
Gabriela Peña, alumna
“Desde los 3 años que entré, he ido pasando por todos los profes que me han hecho la persona que soy, han creído en mí y se han convertido en mis segundos padres. Me entristece pensar que este camino se acabará pero sé que mi relación con el Loreto no desaparecerá nunca. Porque ser del Loreto deja huella.”